A lo largo de la historia de la literatura, en la reflexión
sobre la creación literaria y el polo de la autoría, ha habido corrientes que
se han inclinado más por el talento, el genio innato, como elemento impulsor
del autor, como, por ejemplo, el Romanticismo. La imaginación del autor y las
musas serían las responsables de la escritura y de la genialidad de los autores
y cargarían con todo el mérito artístico en el mundo de las letras (y las artes). Frente a
esto, otras corrientes defienden la técnica como base de la genialidad de los
autores, de manera que un escritor no nace, sino que se hace. La formación en
poética, en retórica, en gramática..., serían los elementos que convertirían a
cualquiera en un gran escritor. Pero, como bien sabía Aristóteles, in
media virtus, por lo que ninguno de los extremos tendría la verdad
absoluta.
Para mí, al igual que para muchos otros, el mérito de la creación
literaria reside de igual manera en ambos aspectos. La genialidad en el artista
depende de su capacidad para tener buenas ideas, para desarrollar de forma
innovadoras temas mil veces trillados, de presentar como novedoso algo ya
caduco (pues ya se sabe, nihil novum sub sole). Pero las ideas no
son nada sin las herramientas adecuadas para manipularlas. Y no se trata de
saber qué es una metáfora o una aliteración, de ser capaz de usar bien las
rayas de diálogo (de lo que os hablaré pronto) o de emplear un registro
correcto de la lengua con sus tildes y su ortografía bien utilizadas. La
técnica va mucho más allá de eso e integra los elementos de construcción del
texto (estructura, construcción de personajes, temporalidad del relato,
verosimilitud y coherencia interna, etc.) y los elementos de "adorno"
(tradicionalmente llamadas figuras literarias o retóricas, pero también la
gramática, la ortografía, la puntuación, la semántica, etc.).
¿Es, entonces, difícil escribir? La respuesta a la pregunta
es sencilla: depende. Depende de qué se quiera conseguir con dicha escritura.
Depende de cuál sea el objetivo. Depende del nivel al que queramos llegar.
Depende. Y de esa dependencia derivarán las decisiones que tomemos en nuestra
labor creativa y en nuestra formación y desarrollo como personas y, en este
caso, como profesionales de la escritura.
La siguiente pregunta que asaltará a alguno revela la
preocupación de quienes quieren escribir y publicar sus textos: ¿cómo consigo
llegar a eso? ¿Qué se estudia para ser escritor? Y la respuesta ―no
desesperéis― es: todo. Hay que estudiarlo todo. Lo primero, evidentemente, es
conocer al dedillo la lengua en la que vas a escribir. Al igual que un músico
su instrumento, debes conocer y ser capaz de jugar con los significados, con los recursos
que el lenguaje te brinda para transmitir las ideas que en tu mente suenan a
gloria pero que, en el papel, se diluyen como arena en la playa. Y con la
lengua bien aprendida, hay que leer. Leer, leer y leer, de todos los géneros,
de todos los autores, de todos los temas, porque los libros son nuestro mejor
maestro. Pero no son el único, y de eso os quería hablar hoy, de los otros
maestros.
Uno de los recursos con que cuentan quienes quieren
escribir hoy en día son los Cursos de Creación Literaria. Voy a centrarme aquí
en los de narrativa, puesto que la lírica, como género, va siempre por otros
derroteros, del mismo modo que hace el teatro, y es que mayoritariamente
escribimos, y queremos escribir, novelas y relatos. Como los grandes. Enseñar
la teoría sobre la escritura, entregar las herramientas necesarias y pulir el
estilo de un escritor que empieza o que quiere mejorar su obra es una tarea
difícil, por lo que es costoso encontrar un curso que se adapte a las
necesidades creativas de cada uno, y más aún cerca de nuestro domicilio
(gracias a las redes sociales y a Internet por las pequeñas cosas), así que voy
a recomendaros uno de ellos.
A la hora de elegir un curso de narrativa, donde dejaremos
nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestro esfuerzo, hay varias cosas que tener
en cuenta: quién lo imparte, cómo lo imparte y qué es lo que imparte. Por
tanto, fijaos en sus profesores, en su método y en su programa de
trabajo. Caja de Letras (anteriormente Factoría de Autores), dirigida por
Concepción Perea, cumple con los tres requisitos que os ponía más arriba. Sus
profesores son autores consagrados, por lo que no solo hablan desde su
formación profesional, sino también desde su experiencia en el mundo literario;
su método es flexible y personalizado, de manera que el rendimiento que se
puede obtener es máximo; y su programa abarca los puntos básicos para
introducirse en el mundo de la narrativa de forma teórica y, lo más importante,
práctica.
Para celebrar su quinto aniversario, Caja de Letras cambia de nombre y de imagen, y va a traernos próximamente un montón de sorpresas, así que les hemos pedido que nos hablen un poco de ellos, de sus cursos y de todo lo que pueden ofreceros, que es mucho. Os dejamos con la entrevista.
Para celebrar su quinto aniversario, Caja de Letras cambia de nombre y de imagen, y va a traernos próximamente un montón de sorpresas, así que les hemos pedido que nos hablen un poco de ellos, de sus cursos y de todo lo que pueden ofreceros, que es mucho. Os dejamos con la entrevista.
En primer lugar, muchas gracias por dedicarnos parte de vuestro tiempo y responder a nuestras preguntas :) Caja de Letras nace con la idea de corregir ciertos errores en la enseñanza de la narrativa. ¿Qué es lo que os diferencia de otras escuelas de narrativa? ¿Cuál es vuestro objetivo principal?
Caja de Letras: Uno de los rasgos de los que nos sentimos más orgullosos es
la cercanía. Nuestros cursos son on-line y queremos que los alumnos no sientan
que eso es una barrera a la hora de aprender. Por eso nuestras clases son
videoconferencias en directo, para que puedan participar y preguntar como si
estuvieran en un aula presencial.
Nuestro objetivo principal es el de ofrecer una formación
de calidad. Por supuesto intentamos que los alumnos se sientan a gusto y lo
pasen bien, pero eso es un medio para conseguir un fin: que mejoren su técnica
y aprendan herramientas que les sean útiles a la hora de escribir.
PPL: Una de las peculiaridades de vuestra oferta es la gran
variedad que esta alberga. Se incluyen cursos genéricos, como el de guión de
cine o el de Narrativa, pero también concretos, como el de novela negra, novela
erótica o novela fantástica. ¿Cómo decidisteis sobre qué queríais formar a los
escritores noveles?
CdL: Normalmente nos guiamos por dos criterios, el primero es
¿tenemos un buen profesor que pueda dar este curso? Y el segundo es el interés
del alumno. Pero lo primero es averiguar si tenemos un profesor a la altura del
curso, para nosotros es vital anteponer la calidad a cualquier otro criterio.
PPL: Entre vuestros cursos, como comentábamos, destaca la
continuidad de Narrativa I en Narrativa II. ¿Son cursos complementarios o se
trata, más bien, de una ampliación? ¿Suelen continuar vuestros alumnos con la
segunda parte del curso?
CdL: Para nosotros, Narrativa siempre ha sido un itinerario de
dos años. En Narrativa I vemos las bases de cada uno de los aspectos
principales de la teoría y la técnica narrativa, desde la planificación, la
creación de personajes y tramas al trabajo de descripciones, diálogos y acción.
El alumno termina el curso con una visión completa de la práctica narrativa. En
Narrativa II, con la base teórica ya asentada, profundizamos sobre todo en los
aspectos técnicos y preparamos al alumno para que sea capaz de enfrentarse a la
escritura de cualquier género con soltura.
Creemos que esta aproximación ayuda a que los conocimientos
se asienten mejor y permite que los alumnos no pierdan la visión de conjunto,
que se pondría en peligro si dedicáramos varios meses a un solo aspecto del
temario.
En general, la mayoría de los alumnos que terminan
Narrativa I deciden continuar con Narrativa II, especialmente aquellos que
sienten la inquietud de lanzarse a escribir una novela.
PPL: Una duda que suele acometer a los posibles alumnos a
la hora de escoger un curso de este estilo es el programa que se va a impartir.
¿Cómo seleccionáis los contenidos para cada uno de ellos?
CdL: Nuestro principal criterio a la hora de seleccionar el
contenido es que resulte útil en la práctica narrativa. Aunque evidentemente
tomamos elementos de la teoría narrativa más académica, siempre intentamos
mantener la perspectiva de la ejecución. Por ejemplo, resulta muy interesante
conocer los tipos de narrador que pueden utilizarse, pero no nos limitamos a
enumerarlos, enseñamos a los alumnos cómo usar cada uno de ellos.
PPL: Además de los cursos dirigidos especialmente a la
creación literaria, muy pronto vais a entrar en el mundo de la corrección.
¿Cómo decidisteis ampliar vuestra oferta en esta dirección?
CdL: La autopublicación es algo cada vez más habitual. Nosotros
solemos insistir mucho en que para lograr un manuscrito de calidad no basta con
una buena historia, también tiene que estar bien escrito desde punto de vista
ortográfico y gramatical. Defendemos la
figura del corrector, pensamos que es vital para el negocio editorial. Así que
creemos que la formación en este campo ayuda mucho, tanto a quien desea
autopublicar como a quienes quieren presentar sus manuscritos a una editorial.
Evidentemente un material profesional tiene que estar bien acabado en todos los
sentidos, por eso hemos creado este curso.
PPL: La finalidad que persigue todo curso (en este caso, de
narrativa) es el aprendizaje y la mejora personal en algún campo, pero todo
alumno que se precie buscará, además, conseguir un adoptante para sus primeros
escritos. ¿Cómo les va a vuestros alumnos cuando salen con sus textos al mundo
real?
CdL: Muchos de ellos han llegado a publicar, tanto en
solitario, como Carmen Romero o Nieves Muñoz, como en distintas antologías como
“Ácronos”, “Grimorio 13”, “Alucinadas”, etc. También han ganado distintos
certámenes. Otros trabajan para el mundo editorial en otros campos y se han
convertido en correctores o traductores, incluso editores, como es el caso de
la editorial Carlinga.
PPL: Como última cuestión, ¿qué les diríais a nuestros
lectores para que se animen a apuntarse a alguno de los cursos el próximo año?
CdL: Que si, además de aprender técnica y teoría narrativa,
quieren formar parte de una pequeña comunidad de escritores, donde nos
esforzamos por promover el respeto, la comunicación y la relación entre los
alumnos, si quieren descubrir un espacio donde poder expresarse con libertad y
poner a prueba sus habilidades como escritores, en Caja de Letras tenemos la
puerta siempre abierta.
Muchas gracias por vuestro tiempo y os deseamos buen camino
y buenas letras en esta nueva aventura :)
No olvidéis visitar su página web y su blog, y estad atentos a novedades y cursos, que bien lo merecen.
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S.
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